¿El Super qué? Eso ya pasó.

Ese tren ya se mira de lejos. El pasado domingo fue el pretexto perfecto para que aficionados y villamelones se reunieran a comer alitas y beber cerveza, es que se transmitió una cuantiosa cantidad de comerciales y, entre ellos, de pronto se dejaba ver una cosa que se llama Super Bowl. Se llevó a cabo la edición 52 entre los Patriotas de Nueva Inglaterra y Las Águilas de Filadelfia. Leíste bien, ¡otra vez los Pats! Para mala suerte de Tom Brady y sus secuaces, los Eagles lograron llevar su primer Supertazón a sus vitrinas con un marcador de 41-33, cosa que a todos nos dio gusto, o al menos a mí. Nick Foles, mariscal de campo de la Águilas fue seleccionado como MVP del encuentro, o sea, el jugador más valioso, no crean que MVP significa Morena Va a Perder, nada qué ver. El espectáculo de medio tiempo corrió a cargo de Justin Timberlake, espectáculo que más tarde fue robado por el niño de la selfie que al parecer ya no traía espacio en su celular. El show del ex 'N Sync dejó un mal sabor de boca entre muchos aficionados, o esa es la impresión. Lo mejor de todo es que los villamelones ya guardaron sus tarros de la NFL que nunca usan y no los sacarán hasta la próxima edición del SB. 

P.D. Si las Águilas de Filadelfia pudieron ganar después de tantos años, creo que los aficionados del Cruz Azul y el Atlas aún tienen esperanzas. 

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